Según el Atlas de Obesidad Mundial 2023 más de 4000 millones de personas sufrirán sobrepeso u obesidad para el año 2035, lo que representaría aproximadamente el 51% de la población mundial. Muchos de ellos con complicaciones por la obesidad. Esto equivale a un crecimiento significativo si lo comparamos con los 2600 millones registrados en el 2020.
Esta cifra es alarmante si tenemos en cuenta que la obesidad es un factor de riesgo para múltiples enfermedades entre las que se destacan la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial, la cardiopatía coronaria, la dislipidemia y muchos tipos de cáncer.
¿Qué es la obesidad?
Según la OMS se clasifica como una enfermedad no transmisible caracterizada por una adiposidad excesiva capaz de perjudicar la salud.
La obesidad es responsable de un proceso inflamatorio sistémico caracterizado por la elevación de marcadores pro inflamatorios. De esta forma se establece una relación íntima y estrechamente coordinada entre las vías inflamatorias y las metabólicas.
Múltiples estudios han demostrado como se reducen los niveles de estos marcadores pro inflamatorios en personas que, tras un plan de alimentación, ejercicios e incluso luego de una liposucción han perdido peso.
Como resultado de esto la obesidad favorece e incrementa los procesos inflamatorios pudiendo dañar muchos sistemas, alterando el normal equilibrio de las funciones orgánicas.
Clasificación de la obesidad.
Según la distribución de la grasa corporal
- Androide: predomina en la región abdominal. Es la más peligrosa de todas desde el punto de vista metabólico y cardiovascular. La disposición visceral de estas incrementa la resistencia a la insulina, la dislipidemia (elevación de los triglicéridos y colesterol LDL), la tensión arterial y esteatosis hepática.
- Ginoide: las grasas se depositan en las caderas, glúteos y miembros inferiores. Generalmente aparece en las mujeres y no tiene implicación cardiovascular al no incrementar la grasa visceral.
- Homogéneo: la disposición de las grasas no prevalece en una zona específica, sino que se distribuye de forma equitativa.
- Según la causa que la provoca.
- Endógena o Genética: viene condicionada por hiperplasia o incremento del tejido adiposo.
- Exógena: por estilos de vida inadecuados como malos hábitos alimenticios y sedentarismo.
- Nerviosa: por alteraciones de la saciedad que conducen a patrones erróneos de alimentación.
- Endocrina: por enfermedades endocrinas como el Cushing, Acromegalia, Hipotiroidismo.
- Medicamentosa: esteroides y antidepresivos.
- Cromosómicas: enfermedades como Síndrome de Down y Síndrome de Turner.
Pero…
¿Cómo saber si estoy obeso?
Actualmente existen muchas formas para determinar el estado nutricional, desde la simple inspección y mensuración hasta sofisticados equipos. En la práctica médica se usan índices basados en la medición de distintas partes del cuerpo, así como el peso corporal.
El índice más utilizado es el índice de masa corporal (IMC), el cual se calcula dividiendo el peso (kg) entre la talla (metros) al cuadrado. Es decir:
Si usted pesa 80 kg y mide 1.70 metros
IMC = 80 / (1.70 x 1.70) = 27.6 kg/m2/sc (por metros cuadrados de superficie corporal).
Clasificación del IMC:
Inferior a 18.5 Peso insuficiente o Bajo Peso.
De 18.5 a 24.9 Normal o Normopeso.
De 25.0 a 26.9 Sobrepeso Grado I
De 27.0 a 29.9 Sobrepeso Grado II
De 30.0 a 34.9 Obesidad Grado I
De 35.0 a 39.9 Obesidad Grado II
De 40.0 en adelante Obesidad Mórbida.
Otro parámetro importante es el perímetro de la cintura que se mide a nivel del ombligo, el cual se considera un predictor importante de riesgo cardiovascular y se interpreta de la siguiente forma:
Mujer
Menos de 80 cm Bajo Riesgo Cardiovascular.
De 80.0 a 88.0 cm Riesgo Cardiovascular Incrementado.
De 88.1 cm en adelante Riesgo Cardiovascular Sustancialmente Incrementado.
Hombre
Menos de 94 cm Bajo Riesgo Cardiovascular.
De 94.0 a 102.0 cm Riesgo Cardiovascular Incrementado.
De 102.1 en adelante Riesgo Cardiovascular Sustancialmente Incrementado.
Complicaciones de la obesidad.
Respiratorio: Apnea obstructiva del sueño, Insuficiencia ventilatoria.
Cardiovascular: Cardiopatía Isquémica, Insuficiencia Cardiaca Congestiva, Hipertensión Arterial, Tromboembolismo Pulmonar, Cor Pulmonar, Insuficiencia Arterial Periférica, Insuficiencia Venosa Periférica.
Gastrointestinales: Reflujo gastroesofágico, Hernia hiatal, Esteatosis hepática no alcohólica, colelitiasis, Pancreatitis, Cáncer de colon.
Sistema Nervioso Central: Enfermedad Cerebro Vascular, Hipertensión endocraneana idiopática, Demencia.
Sistema Osteo- Mio- Articular: Artrosis, lesiones articulares, deformidades óseas y Síndrome del Túnel Carpiano.
Genitourinaria: Incontinencia urinaria, Disfunción Sexual Eréctil, Insuficiencia Renal Crónica.
Endocrino metabólicas: Síndrome de resistencia a la insulina, Prediabetes, Diabetes mellitus, dislipidemias, Trastornos menstruales, Infertilidad, Síndrome de ovarios poliquísticos, Hirsutismo.
Psicosociales: Ansiedad, depresión, baja autoestima, estigmatización social, trastorno dismórfico corporal, dificultad para encontrar ropa y trabajo adecuado, pareja, transportarse, etc.
Otras: Aumento del riesgo quirúrgico y anestésico, aumento del riesgo de muerte súbita, aumento del riesgo de desarrollar cáncer (en la mujer: vesícula y vías biliares, mama y endometrio; en el hombre: colon, recto y próstata).
Existen muchos programas encaminados a la reducción del peso corporal, basados en el cuidado la alimentación, la actividad física, tratamiento psicológico para cambios conductuales, tratamiento medicamentoso y en algunos casos tratamiento quirúrgico.
Lo primero es concientizar nuestro estado nutricional y comenzar a actuar en caso de que este no sea el esperado. Si lo necesita no dude en buscar la ayuda de profesionales de la salud.
Sitios consultados: https://www.menshealth.com/es/adelgazar-perder-peso/a28839109/dieta-militar-tres-dias-perder-peso-rapido/
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