
La jalea real es un producto natural elaborado por las abejas obreras que son jóvenes, de entre cinco y quince días, y que utilizan para alimentar a las larvas hasta los tres días y a la abeja reina durante toda su vida. Se trata de una secreción fluida, de color blanco y aspecto cremoso, con un sabor amargo ácido, que elaboran en las glándulas hipofaríngeas, mezclando miel, néctar y agua con saliva y hormonas.
Solo la abeja reina recibe la jalea real de manera pura, mientras que el resto de las abejas, que también se alimentan de esta sustancia, lo hacen mezclada con algunos granos de polen. La composición de la jalea real depende en gran medida de la edad que tengan las abejas que la fabrican y del tipo de alimentación que hayan ingerido.
Composición de la jalea real
Al tratarse de un producto natural elaborado por las abejas su composición varía mucho, ya que depende de diferentes factores como la zona donde esté ubicada la colmena o el período de recolección, entre otros, pero los principales elementos que incluye son:
Alto contenido en agua, que suele estar alrededor del 60%.
Hidratos de carbono, sobre todo glucosa y fructosa. Su cantidad puede variar dependiendo de los factores climáticos.
Proteínas, consideradas de alta calidad.
Lípidos, que suponen entre un 5% y un 6% de la cantidad total de nutrientes.
Vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B6 y ácido fólico).
Minerales y oligoelementos, como el fósforo, calcio, selenio, hierro, potasio y cobre, entre otros).
Vitaminas E, C y A.
Neopterina y la biopterina, a las cuales se les atribuyen muchos de los beneficios de la jalea real.
Ácido graso no saturado, 10-hidroxidecenoico (que tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, lo que facilita la conservación del producto).
Jalea real: el secreto de la abeja reina
La jalea real tiene fama de ser una sustancia casi mágica, lo que posiblemente se deba a que las abejas comunes viven alrededor de 45 días, mientras que la reina, que solo se alimenta de este producto, llega a vivir cinco años.
Si extrapolamos estas cifras al ser humano y consideramos que una persona vivirá 80 años, es como si esa misma persona al tomar jalea real pudiera alcanzar los 3.200 años, es decir, 40 veces más. Pero, obviamente, no se puede hacer esta extrapolación.
Además de modificar su ciclo vital (la reina crece mucho más rápido que las obreras) e incrementar espectacularmente su longevidad, este concentrado nutricional facilita el desarrollo de la reina, que dobla en tamaño a sus congéneres y que, además, es la única con capacidad para reproducirse.
Beneficios de la jalea real para la salud
En las personas, sin embargo, no tiene los mismos efectos que en la abeja reina y no constituye el elixir de la eterna juventud.
Y es que, aunque hay estudios que muestran que esta sustancia tiene propiedades saludables para el ser humano, una reciente revisión de estudios de este tipo publicada en 2021 en la revista Nutrients, cuyo objetivo era evaluar los potenciales beneficios para la salud de la jalea real ha llegado a la conclusión de que los resultados de los trabajos que avalan dichos beneficios no son suficientes para determinar sus mecanismos de actuación, ni sus efectos sobre el organismo humano.
De hecho, en 2011 el Panel de expertos de la European Food Safety Authority (EFSA) señaló que «no se puede establecer una relación de causa y efecto entre el consumo de jalea real y los efectos declarados», como potenciador del sistema inmunológico, del metabolismo y de la función vascular, mejora de la piel, estimulante físico e intelectual, o ayuda para mantener la salud del corazón y los niveles equilibrados de colesterol y lípidos en el organismo, entre otros.
Por ello, para determinar si realmente posee estas virtudes es muy importante llevar a cabo nuevas investigaciones más rigurosas que confirmen las propiedades que se atribuyen a la jalea real, como:
Estimula las defensas naturales del organismo.
Aporta energía y reduce la sensación de fatiga.
Incrementa la resistencia física y mental y mejora el rendimiento sexual.
Alivia los síntomas posmenopáusicos.
Por sus propiedades antisépticas y bactericidas está considerada como un antibiótico natural que protege al organismo frente a infecciones.
Regula y mejora el funcionamiento del aparato digestivo.
Aporta vitaminas, minerales y oligoelementos, particularmente necesarios en estados postoperatorios, y en personas inapetentes o con el sistema inmunitario debilitado.
Actúa como un regenerador celular que retrasa el envejecimiento prematuro de la piel, y favorece su hidratación y elasticidad.
Equilibra la tensión arterial.
Reduce el colesterol.
Activa la circulación sanguínea.
Previene las enfermedades cardiovasculares por contener sustancias que ejercen una acción vasodilatadora
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Aunque su sabor no es especialmente agradable, las propiedades de la jalea real compensan su ingesta: fortalece las defensas, aporta energía y resistencia física mental, retrasa el envejecimiento de la piel…
Consumo de la jalea real
La jalea real es muy difícil de conservar en su estado natural, ya que se deteriora con rapidez y es necesario mantenerla en recipientes que impidan el paso de la luz, y a una temperatura de entre 0 y –2 grados centígrados. Por este motivo, se suele comercializar liofilizada, en forma de ampollas o comprimidos. En estado puro la jalea real es una pasta viscosa y de sabor ácido que debe mantenerse en el frigorífico.
Por otro lado, suele recomendarse ingerirla siempre que podamos en ayunas, eso sí, debido a que su sabor no es especialmente agradable, se puede tomar diluida en agua, leche o algún zumo de fruta.
Una buena opción puede ser tomarla durante ciclos de un mes o seis semanas, preferiblemente en periodos durante los que nuestras defensas puedan estar algo más bajas, dejando de tomarla durante un tiempo similar antes de emprender un nuevo ciclo si fuera necesario.
Recuerda si vas a tomarla antes de los exámenes, o de un periodo de menstruación, por ejemplo, prever tus tomas con antelación para maximizar sus efectos.
Dosis diarias y posibles contraindicaciones
Se puede consumir a diario en pequeñas dosis (entre 500 y 1000 miligramos por día, según la edad y otros condicionantes, siendo la ingesta apropiada para un niño de en torno a un tercio o la mitad que la de un adulto), ya que un consumo excesivo puede tener efectos secundarios, como taquicardia, cefaleas y aumento de la presión arterial.
Además, está específicamente contraindicada en aquellas personas que padezcan una insuficiencia de las glándulas suprarrenales o enfermedad de Addison.
Si tienes alergia al polen no tiene por qué significar que la tengas también a la jalea, pero para curarte en salud es recomendable consultar con un especialista antes de consumirla.