Los calambres en los pies son sensaciones que casi todos hemos experimentado en más de una ocasión. Pueden aparecer en otras partes del cuerpo como los brazos y las manos. Pero… ¿Debemos preocuparnos o es solo una molestia a la que no es necesario prestarle atención?
Causas
Su nombre en medicina es parestesia y cuando se vuelve frecuente es un indicador de alteraciones vasculares, neurológicas o ambas.
Causas vasculares
Cuando su causa es vascular, se debe a una dificultad en la circulación de la sangre que le impide llegar adecuadamente a los tejidos y nervios, disminuyendo así el aporte de oxígeno a estos.
Varios son los casos en que se presenta este tipo de “calambres” o parestesia como por ejemplo:
- Cuando existe un proceso de acumulación de placas de ateroma en el interior de los vasos sanguíneos (aterosclerosis) que impide la circulación adecuada de la sangre.
- Algunas emergencias como la trombosis o el infarto pueden aparecer acompañado de calambres. En el caso de este último se refleja con más frecuencia a nivel del brazo izquierdo.
Causas neurológicas
Nos referimos a las causas neurológicas cuando la transmisión de la señal de los nervios periféricos, que son los que mantienen informado a nuestro cerebro de todo lo que ocurre en nuestro cuerpo, se ve afectado.
Algunas situaciones en que se ven afectados estos conductores de señales o nervios son:
- Enfermedades como la Diabetes, donde los niveles elevados de glucosa de forma mantenidas alteran la conducción nerviosa (Polineuropatía periférica).
- Algunos hábitos se comportan de forma tóxica para los nervios como fumar, el alcohol y algunos fármacos (algunos usados en la quimioterapia).
- Situaciones en las que se comprimen los nervios como: artrosis, neurofibromas y esclerosis múltiple).
No todo es tan grave, existen causas circunstanciales que pueden producir calambres en los pies como son:
- Compresiones en el pie debido al calzado. Hormas estrechas, acordonado muy ajustado o botas y sandalias altas donde se comprima excesivamente la parte superior del pie.
- Posturas inadecuadas de las piernas que compriman o dificulten la circulación.
- Durante prácticas deportivas como alpinismo donde pueden aparecer congelaciones leves debidas al frío. También en ciclistas y corredores por dificultades en el apoyo y el fuerte acordonado del calzado.
Algunos consejos para evitar los calambres en los pies
- Algo muy efectivo para mejorar la circulación son los baños de contraste, alternando agua fría y caliente durante 2 minutos.
- Masajes suaves en los pies en dirección a los dedos y luego a la pierna, con esto se favorecerá el retorno venoso.
- Caminar al menos 30 minutos diarios. Con esto se logra activar los vasos sanguíneos principales y promover la aparición de circulación colateral.
- Mantener un peso adecuado. La obesidad se relaciona de forma directa con los trastornos circulatorios.
- Poner en práctica una dieta donde incluyas vegetales, frutas, reducir el consumo de azúcar y sobre todo disminuir al máximo el consumo de grasa animal.
Conclusiones
La sensación de calambres en los pies cuando se presenta de forma crónica o con demasiada frecuencia debe alertarnos de la presencia de algunas enfermedades, ante lo cual debemos acudir de inmediato a un especialista de la salud.
Otras veces, cuando es transitoria e infrecuente, basta con modificar algunos de nuestros hábitos con los que sin darnos cuenta provocamos esta respuesta.
Recuerda que los pies son la parte de nuestro cuerpo más alejada y más vulnerable por lo que no debemos descuidar su cuidado.
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