05/05/2024
Olfato y gusto

¿Alguna vez te has preguntado por qué los alimentos y bebidas parecen perder su sabor cuando te encuentras a miles de metros de altura? Es posible que hayas experimentado esa sensación de decepción al probar tu comida durante un vuelo. No te preocupes, no eres el único. Hoy, vamos a explorar el fenómeno de la disminución del olfato y gusto durante los vuelos en avión y descubrir las razones detrás de esta peculiaridad.

Cuando estamos a bordo de un avión, nuestros sentidos pueden experimentar ciertos cambios, y los sentidos del olfato y gusto no son una excepción. Si alguna vez has notado que los alimentos parecen insípidos o menos sabrosos en el avión, hay varias razones científicas que pueden explicar esta curiosa disminución del gusto.

Los aviones operan a altitudes mayores que la superficie terrestre, lo que crea un entorno de presión y humedad diferente. En cabinas presurizadas, los niveles de humedad suelen ser bajos, aproximadamente del 10 al 20%, en comparación con el 40-70% que encontramos típicamente a nivel del mar.

A medida que ganamos altura, la disminución de la presión atmosférica puede tener un impacto en nuestra capacidad para saborear los alimentos. La presión más baja puede afectar negativamente a los receptores de sabor en nuestra lengua ya que ambos funcionan mejor en entornos con una mayor humedad.

La sequedad bucal resultante es un factor que contribuye de forma importante a la disminución del gusto. Cuando el ambiente es seco, nuestra boca se torna reseca debido a que se afecta la cantidad de saliva que producimos.

La saliva juega un papel importante en la degustación de alimentos, por lo que la falta de ella puede influir en cómo percibimos los sabores. Esta contiene enzimas como la amilasa salival, que comienza el proceso de descomposición de los carbohidratos en la boca. Esto facilita la detección del sabor dulce en particular.

Además, la saliva actúa como un agente humectante que ayuda a disolver los compuestos químicos de los alimentos, lo que permite que estos estimulen los receptores de sabor en la lengua. Sin una adecuada producción de saliva, la capacidad de percibir los sabores de manera completa y precisa se ve comprometida. Otro aspecto fundamental es que también ayuda a mantener la boca limpia de restos de alimentos, permitiendo una degustación más clara y nítida de los alimentos frescos.

Aunque puede que no lo creas, el ruido ambiental en un avión también puede desempeñar un papel en la disminución del sabor. Estudios han demostrado que niveles altos de ruido afectan nuestra percepción del gusto, haciéndolo parecer menos intenso. El ruido causa distracción y dificulta la concentración, lo que a su vez puede llevar a una percepción disminuida de los sabores.

 A esto se suma el estrés asociado con los viajes en avión que también influye de forma negativa en cómo experimentamos los sabores.

Ahora que conoces las razones detrás de la disminución del olfato y gusto durante los viajes en avión, te dejo estos consejos para que disfrutes de tus comidas a bordo:

1. Mantente hidratado: Beber suficiente agua antes y durante el vuelo puede ayudar a combatir la sequedad bucal y mantener tus papilas gustativas en mejor estado para disfrutar de los sabores.

2. Evita comidas saladas o grasosas: Estos alimentos pueden acentuar aún más la sequedad bucal y contribuir a una experiencia de sabor menos satisfactoria. Opta por comidas más frescas y ligeras.

3. Experimenta con sabores más intensos: Los sabores más intensos, como el picante, el ácido o el dulce, pueden resultar más perceptibles durante un vuelo. Prueba alimentos con especias o condimentos que realcen los sabores y hagan que tu comida sea más memorable.

4. Usa chicles o caramelos con sabor: Masticar chicle o disfrutar de caramelos con sabor durante el vuelo puede ayudar a estimular las papilas gustativas y a contrarrestar la disminución del gusto.

La disminución del gusto durante los vuelos en avión puede ser una experiencia frustrante, pero ahora sabemos que existen explicaciones científicas detrás de este fenómeno. La presión, la humedad, la sequedad bucal, la altitud, la presión atmosférica, así como el ruido y el estrés, pueden influir en cómo percibimos los sabores mientras estamos en el aire. Con algunos consejos simples, podemos maximizar nuestro disfrute gastronómico a bordo y hacer que esos viajes sean aún más placenteros. ¡Feliz vuelo y buen provecho!

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