
La neuropatía diabética periférica es una de las primeras complicaciones en aparecer en las personas con diabetes. Se inicia cuando los altos niveles de glucosa en sangre dañan los nervios que conectan al cerebro y la médula espinal con el resto del cuerpo, especialmente las extremidades.
Aunque este proceso puede comenzar sin síntomas claros, la mayoría de las veces causa entumecimiento, dolor y pérdida de sensibilidad, dificultando la realización de las actividades diarias.
¿Qué es la Neuropatía Diabética Periférica?
La neuropatía diabética periférica es una complicación donde los niveles elevados de azúcar en sangre afectan tanto los nervios periféricos como los pequeños vasos sanguíneos que los alimentan, interfiriendo en la transmisión de señales nerviosas importantes.
Las extremidades son las áreas más propensas a este tipo de daño:
- Pies y piernas (las zonas más comúnmente afectadas).
- Manos y brazos (en etapas más avanzadas).
Los síntomas de la neuropatía diabética periférica varían en intensidad según el grado de daño nervioso:
- Entumecimiento o disminución de la capacidad para sentir dolor.
- Sensaciones de hormigueo, ardor o punzadas.
- Hipersensibilidad al tacto.
- Debilidad muscular y pérdida de reflejos.
- Dificultad para sentir cambios de temperatura.
Esta pérdida de sensibilidad representa un riesgo significativo, ya que puedes sufrir heridas o quemaduras sin notarlas de inmediato.
¿Cuáles son sus causas?
Las causas de la neuropatía diabética Periférica se originan principalmente cuando el exceso de glucosa en sangre genera un daño progresivo a los nervios periféricos.
Los niveles elevados de azúcar provocan cambios químicos en los nervios y deterioran los pequeños vasos sanguíneos que los nutren, interrumpiendo el suministro de oxígeno y nutrientes esenciales. Este proceso inflamatorio afecta la capacidad de los nervios para transmitir señales correctamente.

El control glucémico deficiente representa el factor de riesgo más significativo.
Las personas con diabetes que mantienen niveles de glucosa constantemente elevados tienen hasta cinco veces más probabilidades de desarrollar neuropatía periférica.
Los factores de riesgo adicionales para la diabetes incluyen:
- Duración de la diabetes: Cada año con diabetes aumenta el riesgo.
- Edad avanzada: Mayor vulnerabilidad después de los 40 años.
- Obesidad: El exceso de peso intensifica el daño nervioso.
- Presión arterial alta: Compromete aún más los vasos sanguíneos.
- Niveles elevados de colesterol: Afecta la circulación periférica.
- Tabaquismo: Reduce el flujo sanguíneo hacia las extremidades.
Consejos para el control de la neuropatía diabética periférica.

1. Mantén un Control Estricto de tu Glucemia:
El control glucosa en sangre representa la piedra angular en el tratamiento de la neuropatía diabética periférica. Cuando mantienes tus niveles de glucosa dentro del rango objetivo, reduces significativamente la velocidad a la que progresa el daño nervioso.
El monitoreo constante es tu mejor aliado. Necesitas verificar tus niveles de glucosa según las indicaciones de tu médico, que puede ser varias veces al día dependiendo de tu tratamiento. Este seguimiento te permite:
- Identificar patrones en tus niveles de glucosa a lo largo del día.
- Ajustar tu alimentación y medicación de manera oportuna.
- Detectar episodios de hipoglucemia o hiperglucemia antes de que causen más daño.
- Tomar decisiones informadas sobre tu estilo de vida.
La investigación médica ha demostrado que cada punto porcentual que reduces en tu hemoglobina A1C disminuye de forma importante el riesgo de complicaciones nerviosas.
Un buen control glucémico no solo previene el desarrollo de la neuropatía diabética periférica en personas que aún no la tienen, sino que también puede retrasar significativamente su progresión en quienes ya experimentan síntomas.
Si trabajas estrechamente con tu equipo médico para establecer metas realistas de glucosa podrás tener un plan personalizado. Este plan debe considerar tu edad, duración de la diabetes, tipo de tratamiento y cualquier otra condición médica que puedas tener.

2. Aliméntate de Forma Saludable y Equilibrada.
La alimentación es fundamental en el manejo de la neuropatía diabética periférica. Una dieta saludable no solo te ayuda a controlar los niveles de glucosa, sino que también proporciona los nutrientes necesarios para mantener la salud nerviosa.
Puedes comenzar siguiendo estas sugerencias dietéticas para mejorar tus hábitos alimenticios:
- Prioriza los alimentos integrales: Incluye una variedad de frutas, verduras, granos enteros y fuentes magras de proteínas en tu dieta diaria.
- Limita los azúcares añadidos: Evita el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares, ya que pueden provocar picos en tus niveles de glucosa.
- Controla las porciones: Presta atención al tamaño de las porciones para evitar comer en exceso, incluso si se trata de alimentos saludables.
- Considera consultar a un dietista: Un dietista puede ayudarte a desarrollar un plan alimenticio adaptado a tus necesidades específicas.
3. Cuida Especialmente tus Extremidades (Pies y Manos).
El cuidado de los pies es una prioridad absoluta cuando vives con neuropatía diabética periférica. La pérdida de sensibilidad en tus extremidades significa que podrías no detectar heridas, ampollas o irritaciones hasta que se conviertan en problemas serios.
Revisa diariamente tus manos y pies de forma minuciosa.
Dedica tiempo cada día para examinar tus pies y manos completamente. Busca cortes, ampollas, enrojecimiento, hinchazón o cualquier cambio en la piel. Usa un espejo si necesitas revisar las plantas de los pies o pide ayuda a un familiar. Esta prevención de heridas por neuropatía puede evitar infecciones graves.
Selección apropiada de calzado.
Elige zapatos que ofrezcan soporte adecuado, espacio suficiente para los dedos y materiales transpirables. Evita caminar descalzo, incluso en casa. Revisa el interior del calzado antes de usarlo para detectar objetos extraños o costuras irregulares que puedan causar lesiones.
Rutina de higiene efectiva.
La higiene de las manos en la diabetes incluye lavar tus extremidades diariamente con agua tibia (nunca caliente) y jabón suave. Seca cuidadosamente entre los dedos para prevenir infecciones por hongos. Aplica crema hidratante, evitando las áreas entre los dedos.
4. Mantén una Buena Circulación Sanguínea
La salud vascular juega un papel determinante en el manejo de la neuropatía diabética periférica. Una circulación sanguínea óptima asegura que los nervios dañados reciban el oxígeno y los nutrientes necesarios para su funcionamiento.
El ejercicio regular adaptado representa uno de los pilares fundamentales para mejorar la circulación sanguínea. Actividades de bajo impacto como caminar, nadar o practicar yoga fortalecen tu sistema cardiovascular sin poner en riesgo tus extremidades. Consulta con tu médico para diseñar una rutina que se ajuste a tu condición específica.
Los masajes suaves en las piernas y los pies estimulan el flujo sanguíneo hacia las zonas afectadas. Realiza movimientos circulares ascendentes durante 10-15 minutos diarios para obtener beneficios notables.
Mantén las piernas elevadas cuando descanses y no las cruces por períodos prolongados para favorecer una mejor circulación.
Elimina el tabaquismo, esto es una prioridad absoluta. El cigarrillo contrae los vasos sanguíneos, reduciendo drásticamente el flujo de sangre hacia las extremidades y acelerando el daño nervioso.

5. Asiste a Consultas Médicas Regulares y Evaluaciones Especializadas.
El seguimiento médico es fundamental en el manejo de la diabetes y de las complicaciones relacionadas como la neuropatía diabética periférica.
Las visitas regulares a tu especialista permiten realizar una evaluación de la neuropatía diabética periférica completa que puede detectar cambios sutiles antes de que se conviertan en problemas mayores.
Durante estas consultas, tu médico evaluará:
La sensibilidad en tus extremidades mediante pruebas específicas
El estado de tus reflejos y fuerza muscular
La presencia de úlceras o lesiones que no hayas notado
La efectividad de tu tratamiento actual
El diagnóstico temprano de cualquier deterioro permite ajustar tu plan de tratamiento a tiempo.
Manejo del Dolor y Otros Síntomas Asociados.
El dolor neuropático requiere de una combinación de diferentes opciones terapéuticas.
Los medicamentos para la neuropatía diabética periférica incluyen opciones específicas que tu médico puede prescribir según la intensidad de tus síntomas:
- Anticonvulsivos como gabapentina o pregabalina, diseñados específicamente para el tratamiento dolor neuropático.
- Antidepresivos tricíclicos que ayudan a modular las señales de dolor.
- Analgésicos tópicos con capsaicina o lidocaína para alivio localizado.
Terapias complementarias
Ofrecen beneficios adicionales cuando se integran al plan de tratamiento.
La fisioterapia fortalece los músculos debilitados y mejora la movilidad.
La acupuntura ha demostrado reducir la intensidad del dolor en algunos pacientes.
La estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) representa otra alternativa para el alivio del dolor.
Consulta siempre con tu médico antes de iniciar cualquier tratamiento para asegurar que sea compatible con tu manejo diabetes actual. La combinación adecuada de opciones farmacológicas y terapias complementarias puede mejorar significativamente tu calidad de vida.
Prevención de Complicaciones Graves en la Neuropatía Diabética Periférica.
La pérdida de sensibilidad característica de la neuropatía diabética periférica representa uno de los mayores peligros para tu salud. Las heridas no detectadas pueden evolucionar rápidamente hacia infecciones severas. Esta situación explica por qué las complicaciones graves neuropatía incluyen úlceras, gangrena e incluso amputaciones.
La prevención de infecciones en los pies requiere constancia:
Inspecciona tus pies diariamente usando un espejo para revisar las plantas y espacios entre los dedos.
Mantén las uñas cortas y limadas de forma recta para evitar encarnaciones.
Nunca camines descalzo, ni siquiera dentro de casa.
Usa calcetines sin costuras que no compriman la circulación.
Seca meticulosamente entre los dedos después del baño para prevenir hongos.
Aplica crema hidratante evitando los espacios interdigitales.
Reporta inmediatamente cualquier cambio de color, temperatura o aparición de ampollas.
Recuerda:
Un diagnóstico temprano marca la diferencia entre un tratamiento simple y una complicación que amenace tus piernas.

