
Vendado de pies o pies de loto.
A lo largo de la historia, los cánones de belleza femenina han experimentado una evolución constante, influenciada por diferentes culturas, contextos históricos y cambios sociales. Lo que se considera como una belleza ideal ha variado de manera significativa, reflejando no solo estándares estéticos, sino también valores y normas predominantes en cada época. Un ejemplo de ello fue la practica en algunos países como Japón y China del vendado de los pies, conocido también como pies de loto.
La tradición del vendado de los pies o pies de loto es una práctica histórica que tuvo lugar en algunos países, especialmente en China durante varios siglos. Esta costumbre consistía en vendar los pies de las niñas y mujeres para detener su crecimiento natural y lograr pies pequeños con una forma idealizada, considerada atractiva en la sociedad de la época.
Esta costumbre comenzó en la dinastía Song (siglos X-XIII) y se extendió hasta el siglo XX, cuando finalmente fue prohibida por el gobierno chino debido a los graves problemas de salud que causaba. Esto afectó a millones de mujeres chinas a lo largo de los años y tuvo consecuencias negativas significativas en su bienestar físico.
¿Cómo se realizaba el vendado de los pies?
Este proceso era extremadamente doloroso y requería un cuidado meticuloso. De forma general se seguían los pasos siguientes:
- Edad temprana: El proceso generalmente comenzaba cuando las niñas tenían entre 4 y 6 años, ya que los huesos de los pies aún eran maleables y podían ser moldeados más fácilmente.
- Baños calientes: Antes de comenzar el vendaje, los pies de las niñas se sumergían en agua caliente con hierbas durante aproximadamente 10 minutos. Este paso tenía el propósito de ablandar la piel y facilitar el proceso de vendaje.
- Corte de las uñas de los pies: Las uñas de los dedos del pie se cortaban para evitar que crecieran de manera excesiva y erosionar la planta del pie.
- Masaje y flexión de los pies: Se realizaba un masaje en los pies para aflojar los tendones y músculos. Luego, los dedos del pie se flexionaban hacia atrás, hacia la planta del pie, y se intentaba romper los huesos de los dedos para que se pudieran doblar hacia abajo con más facilidad.
- Vendaje progresivo: Se utilizaban tiras de tela, generalmente de algodón o seda, para envolver los pies de manera apretada pero cuidadosa. El vendaje comenzaba en el empeine, rodeando el pie y asegurando que los dedos se mantuvieran doblados hacia abajo. Se evitaba atar demasiado apretado para evitar daños graves, pero el objetivo era mantener los pies en la forma deseada.
- Vendaje periódico: El vendaje se realizaba periódicamente, generalmente una vez por semana, con el objetivo de mantener los pies vendados y evitar que volvieran a crecer. A lo largo del tiempo, los vendajes se ajustaban para garantizar que los pies se mantuvieran en la forma lotiforme deseada.
- Caminar con los pies vendados: A pesar del dolor y la incomodidad, las niñas y las mujeres con los pies vendados debían aprender a caminar con su nueva forma de pie. Esto requería un proceso de adaptación y práctica para moverse con equilibrio y estabilidad.
¿Costumbre dañina?

La práctica de los pies de loto tenía múltiples repercusiones en la salud de las mujeres. El vendaje y la compresión constante causaban deformidades permanentes y dolores extremos. Los pies vendados se volvían propensos a infecciones y ulceraciones, y las mujeres tenían dificultad para caminar de manera adecuada, limitando su movilidad y provocando problemas de equilibrio.
Además, los pies deformados y comprimidos afectaban negativamente la circulación sanguínea, lo que podía causar problemas de vascularización y aumentar el riesgo de infecciones graves. Estos problemas de salud se agravaban con el tiempo y podían tener consecuencias a largo plazo, afectando aún más la calidad de vida de las mujeres afectadas.
¿Violencia de género?

Afortunadamente, la prohibición de esta práctica ha permitido que las generaciones actuales de mujeres en China y en otros lugares no experimenten los efectos negativos del vendado de pies o pies de loto. Sin embargo, aún existe una pequeña población de mujeres mayores que sufren las consecuencias de esta tradición cruel.
La tradición del vendado de pies ha sido reconocida como una forma extrema de violencia de género y como un símbolo de la opresión y el control sobre las mujeres. Actualmente, se considera un recordatorio de los perjudiciales estándares de belleza y los roles de género restrictivos que han afectado a las mujeres a lo largo de la historia.
En resumen, la tradición de los pies de loto tuvo un impacto significativo en la salud física y el bienestar de las mujeres chinas durante varios siglos. Esta práctica causó deformidades permanentes, dolor extremo y problemas de movilidad, entre otros efectos negativos. Afortunadamente, la prohibición de esta tradición marcó un paso importante hacia la protección de los derechos y la salud de las mujeres.
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