
Según un reciente estudio de la University College London, cada cigarrillo fumado reduce la esperanza de vida en hasta 20 minutos. Sin duda, un dato impactante que podría inspirar a muchos fumadores habituales a abandonar este hábito nocivo como parte de sus metas para el año nuevo.
Y es que, fumar sigue siendo una de las principales causas de enfermedad y muerte prematura en el mundo, pero el impacto preciso de cada cigarrillo puede ser incluso más alarmante de lo que se pensaba, ya que esta cifra duplica estimaciones anteriores.
Según el equipo de científicos conductuales del University College de Londres, que ha publicado sus impresiones y resultados en un editorial en la revista Addiction, en el que se examina la esperanza de vida de los fumadores del Reino Unido, concluyen que, específicamente, los hombres pierden 17 minutos por cigarrillo, mientras que las mujeres pierden 22 minutos.
Las personas generalmente saben que fumar es perjudicial, pero tiende a subestimar cuánto. En promedio, los fumadores que no dejan el hábito pierden alrededor de una década de vida, lo que equivale a «10 años de tiempo precioso, momentos de vida e hitos con seres queridos».
La importancia de dejar de fumar cuanto antes mejor
No fumar durante una semana, por ejemplo, puede prevenir una reducción de la longevidad de un día; hacerlo durante un par de meses podría prevenir una reducción de la longevidad de una semana completa.
Así, por ejemplo, un fumador que consume 10 cigarrillos al día y deja de fumar el 1 de enero podría evitar la pérdida de un día completo de vida para el 8 de enero, una semana para el 5 de febrero y un mes para el 5 de agosto. Al final del año, podría haber evitado perder 50 días de vida.
También descubrieron que el daño causado por fumar cigarrillos es acumulativo y que los beneficios logrados al dejar de fumar dependen de varios factores, incluida la salud actual, el tiempo que una persona ha vivido y cuántos cigarrillos fuma por día, así como a diferencias en los hábitos tabáquicos, como el tipo de cigarrillo que se utiliza, la cantidad de caladas que se dan y la profundidad con la que se inhala.
Los fumadores también difieren en su grado de susceptibilidad a las sustancias tóxicas del humo del cigarrillo.
También señalan que dejar de fumar a una edad relativamente joven puede reportar más beneficios que dejarlo a una edad más avanzada; se ha demostrado que dejar de fumar a los 40 años, por ejemplo, reduce hasta en un 90% el riesgo de morir por enfermedades asociadas con el tabaquismo.
Por ello, los autores concluyen en su editorial que «Dejar de fumar a cualquier edad es beneficioso, pero cuanto antes se bajen los fumadores de esta escalera mecánica de la muerte, más largas y saludables pueden esperar que sean sus vidas».
Es fundamental que los fumadores sean conscientes del impacto acumulativo de cada cigarrillo en su salud y esperanza de vida. La decisión de dejar de fumar no solo prolonga la vida, sino que también mejora su calidad, permitiendo disfrutar de más momentos con familiares y amigos en buena salud.