
La luteína es un carotenoide con propiedades antioxidantes que se concentra en mácula y retina, absorbe la luz azul y las protege frente al daño oxidativo. Conoce cómo obtener este nutriente para prevenir enfermedades y mejorar la agudeza visual.
Qué es la luteína y qué propiedades brinda a la salud.
La luteína es un tipo de pigmento carotenoide que se caracteriza por su color amarillo intenso –aunque en altas concentraciones puede aparecer naranja o rojo– y que se encuentra de manera natural en plantas y verduras.
La luteína y la zeaxantina son los dos principales carotenoides presentes en el tejido humano. Estos compuestos se encuentran en elevados niveles de concentración en la mácula del ojo, una pequeña área de la retina responsable de la visión central y de alta resolución.
La luteína y la zeaxantina actúan como filtros de la luz azul de alta energía y como antioxidantes, protegiendo así los ojos del daño causado por la luz ultravioleta y el estrés oxidativo, por lo que pueden reducir el riesgo de desarrollar enfermedades oculares relacionadas con el envejecimiento, como la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y las cataratas.
Además de sus beneficios para la salud ocular, la luteína también puede tener efectos positivos en otras áreas de la salud, ya que algunos estudios sugieren que puede ayudar a mejorar la función cognitiva, la salud de la piel y posiblemente reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, aunque se necesita más investigación para confirmar estos efectos.
Fuentes alimentarias de luteína
La luteína no es producida por el organismo, por lo que debe obtenerse a través de la dieta. Se encuentra principalmente en verduras de hoja verde como la espinaca, la kale o col rizada y la lechuga romana y, por su papel clave en la salud ocular y potencialmente en otras áreas, la luteína es también un componente habitual en los suplementos dietéticos.
La luteína se puede encontrar en los siguientes alimentos:

Vegetales de hoja verde: son las fuentes más ricas de luteína. Entre ellas, las espinacas, la kale, las acelgas y las coles de Bruselas son particularmente ricas en este nutriente.
Otros vegetales y frutas: además de las verduras de hoja verde, otros vegetales y frutas contienen luteína, aunque en menores cantidades. Estos incluyen el maíz, los guisantes verdes, las naranjas, el brócoli, las zanahorias y los pimientos.
Huevos: la yema de huevo es una fuente significativa de luteína, y lo interesante es que la luteína presente en los huevos tiene una biodisponibilidad especialmente alta, lo que significa que el cuerpo puede absorberla y utilizarla más fácilmente que la luteína de las fuentes vegetales.
Otros alimentos: aunque en menor medida, la luteína también se puede encontrar en alimentos como el aguacate y ciertos tipos de frutas y granos.
Es importante destacar que la luteína es liposoluble, lo que significa que su absorción mejora cuando se consume junto con grasas saludables. Por ejemplo, aderezar una ensalada de espinacas con aceite de oliva puede ayudar a aumentar la absorción de luteína de las hojas verdes.
Además de su presencia en alimentos, la luteína se acumula en el cuerpo humano, específicamente en la mácula y el cristalino del ojo, donde desempeña un papel crucial en la protección de estos tejidos contra el daño oxidativo provocado por la luz y el envejecimiento. Esta acumulación en el ojo es lo que subraya la importancia de la luteína para la salud ocular.
Suplementos de luteína y zeaxantina
Aunque la luteína se puede obtener a través de la dieta, especialmente de vegetales de hoja verde como hemos indicado, la suplementación es una opción para aquellos que no consumen suficientes cantidades a través de su alimentación. Los suplementos de luteína a menudo se combinan con zeaxantina, otro carotenoide importante para la salud ocular, y se promocionan para apoyar la visión y la salud de los ojos.
Es importante destacar que, aunque la suplementación con luteína puede ofrecer beneficios para la salud ocular, no se debe considerar un sustituto del consejo médico, ni de tratamientos prescritos para problemas oculares específicos. Siempre es recomendable consultar a un especialista en cuidado de los ojos o un profesional de la salud antes de comenzar cualquier régimen de suplementación, especialmente si se tienen condiciones oculares preexistentes.
Usos de la luteína en oftalmología
La luteína se encuentra naturalmente en la retina y protege a los ojos de la luz solar. Además, es un carotenoide que cuenta con propiedades antiinflamatorias, así que incluirla en la dieta supone una ventaja para la salud ocular.
Su consumo refuerza los efectos positivos en la salud visual y está relacionado positivamente con un menor riesgo y progresión de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) y con la posible mejora de algunos parámetros del glaucoma. También se ha evidenciado que la luteína puede mejorar los síntomas del ojo seco.
A continuación, se detallan algunos de los usos más destacados de la luteína en oftalmología:
Prevención de la degeneración macular asociada a la edad.
Prevención del glaucoma.
Protección contra las cataratas.
Mejora de la función visual.
Protege contra los daños asociados a la retinopatía diabética.
Mantiene la salud ocular en general.
Además de su impacto en la prevención y manejo de condiciones específicas, la luteína es importante para mantener la salud ocular en general. Su actividad antioxidante ayuda a proteger los ojos del daño causado por los radicales libres que se produce a consecuencia de la exposición a la luz UV, la contaminación y otros factores ambientales.