
En recientes estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud en la revista: The Lancet, la organización afirma que una dieta de alto contenido en fibra reduciría el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y muerte prematura.
La afirmación se basó en las siguientes estadísticas:
Las muertes por todas las causas, incluyendo las enfermedades cardiovasculares, se redujeron entre un 15% y un 30% en personas que consumieron mayor cantidad de fibras, en comparación con la que consumió menos. En cuanto a la enfermedad coronaria, los accidentes cerebrovasculares y la diabetes tipo 2, el estudio evidenció que se redujeron entre un 16% y un 24%.
Por ende, la OMS recomienda un consumo diario de fibra de 25 gramos cuando -actualmente- se consumen solo 20 gramos al día en la población mundial.
¿Qué hace la fibra que mejora la salud cardiovascular?
- En primer lugar, la fibra ayuda a reducir los niveles de colesterol en sangre, lo que disminuye el riesgo de enfermedades del corazón. Esto se debe a que la fibra soluble se une a las grasas y al colesterol en el tracto digestivo, ayudando a eliminarlos del cuerpo.
- Al estar incluidas en frutas y vegetales con un alto poder antioxidante reducen la inflamación y mejoran la salud de los vasos sanguíneos.
- Promueve un mejor control de la glucosa en sangre y ayuda a mantener un peso saludable, dos factores que son cruciales para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Ahora bien, ¿cuáles son los alimentos ricos en fibra?
Existen dos tipos de fibra: las solubles y las insolubles.
Las fibras solubles se encuentran, en su mayoría, en las frutas y verduras; en especial, en las manzanas, naranjas, brócoli, zanahorias, cebollas, cebada, nueces, almendras, avellanas y legumbres.
Aunque frutas, verduras, cereales y legumbres, poseen ambas fibras en distintas proporciones: los cereales y vegetales poseen aproximadamente un 30% de fibra soluble con respecto al contenido de fibra total, las legumbres un 25%, y las frutas casi un 40%
Por otro lado, las fibras insolubles se encuentran en la parte exterior de las semillas y granos. O sea, el salvado de trigo, maíz, cereales integrales y en la parte blanca de las frutas cítricas y legumbres.
Finalmente, el vicepresidente de la OMS hace un oportuno llamado a recordar la importancia de una dieta equilibrada conjuntamente con el ejercicio físico regular.