
Sabías que los soldados de Estados Unidos, desde la Primera Guerra Mundial, reciben raciones de chicle para mejorar su concentración y ayudar a que bajen sus niveles de estrés.
Se piensa que masticar chicle estimula el flujo de sangre que llega al cerebro.
La Universidad de Saint Lawrence (Nueva York) a través de su estudio llamado Cognitive advantages of chewing gum llegó a la conclusión que masticar chicle 5 minutos antes de un examen ayuda a aumentar la capacidad intelectual y la memoria 15-20 minutos después.
Otro estudio publicado en Clinical Practice & Epidemiology in Mental Health concluyó que masticar chicle dos veces al día durante dos semanas reducía la ansiedad, la depresión, la fatiga y otras enfermedades mentales. Por lo tanto, según el estudio, masticar chicle es una forma popular y conveniente de ayudar a aliviar el estrés y mejorar la concentración.
El chicle también mejoró la atención selectiva y sostenida. La frecuencia cardíaca y los niveles de cortisol eran más altos al masticar, lo que confirma el efecto de alerta de la goma de mascar.