
Cuando mueras, ¿preferirías que te enterraran o que te incineraran?
Si piensas como yo, la respuesta es ninguna de las dos cosas. Me estremece la idea de que mi cuerpo se queme a más de 1,000 grados Fahrenheit o que me llenen de productos químicos tóxicos y pase el resto de la eternidad en una caja estrecha, 6 pies bajo tierra.
Así que aquí va otra pregunta: ¿Qué te parecería que tu cuerpo se convierta en compost (un tipo de abono) y se utilice para plantar un árbol, cultivar flores o revitalizar el suelo agotado de un bosque?
El compostaje humano no significa que te arrojen a un contenedor con cáscaras de papa, cáscaras de huevo trituradas y granos de café. Más bien, se te coloca en un recipiente de metal o madera, envuelto por materiales orgánicos como astillas de madera, alfalfa y paja, y luego se reduce lentamente a un suelo lleno de nutrientes. El proceso puede durar entre seis semanas y seis meses, dependiendo de los métodos utilizados.
No sé a ti, pero a mí me gusta cómo suena eso (al menos comparado con las otras dos opciones).
Esto ya es legal
California se ha convertido en el quinto estado que permite este método de eliminación de cadáveres, conocido comúnmente con el de “reducción orgánica natural”. Colorado, Oregon, Vermont y Washington ya han legalizado esta práctica, y hay legislaciones pendientes en otros estados.
La ley de California entra en vigor en 2027, lo que da tiempo a los reguladores a establecer las normas que regirán el compostaje humano en el estado.
Cuanto compostaje produce un cuerpo
Un cuerpo humano reducido de forma natural puede producir entre 250 y 1,000 libras de tierra, dependiendo del método utilizado, y del tipo y volumen de materiales orgánicos mezclados con el cuerpo. Eso es suficiente para llenar varias carretillas o el baúl de una camioneta. Una vez completado el proceso, muchas familias se llevan una pequeña urna con algo de tierra y donan el resto a proyectos de conservación o granjas de flores.
Claro que el compostaje después de la muerte no es para todo el mundo. Por ejemplo, la Conferencia Católica de California se opone a la nueva ley. En un comunicado, dijeron que este método “reduce el cuerpo humano a una mercancía desechable, y en su lugar deberíamos buscar opciones que defiendan el respeto tanto a nuestro mundo natural como a la dignidad de la persona fallecida”.

Quienes han optado por el compostaje de sus cuerpos suelen estar motivados por preocupaciones ecológicas.
Tras la muerte, el cuerpo humano conserva numerosos componentes y minerales que son nutritivos para las plantas, como el carbono, el calcio, el magnesio, el nitrógeno y el fósforo.
Los entierros tradicionales plantean muchos problemas. El formaldehído que contiene el líquido de embalsamamiento hace que los trabajadores de las funerarias corran el riesgo de sufrir problemas, como latidos irregulares del corazón, una peligrosa acumulación de líquido en los pulmones y, con el tiempo, cáncer. Además, las sustancias tóxicas del líquido de embalsamamiento pueden filtrarse al suelo.
NI que hablar de que no hay suficiente terreno en los cementerios para que todo el mundo tenga su propia parcela indefinidamente en el futuro.
La cremación, por su parte, emite numerosos contaminantes nocivos para el ser humano, así como millones de toneladas de dióxido de carbono cada año. Y el porcentaje de personas que optan por la cremación está creciendo rápidamente, principalmente porque es más barato que un entierro.
Si la idea del compostaje humano te da escalofríos, ya sea por motivos religiosos, personales o familiares, no te preocupes. Nadie te obliga a alimentar un árbol.
Muy interesante, y los huesos también se reducen a partículas?